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Lo que necesitas saber sobre fiscalidad en fondos de inversión 2023

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Resumen Ejecutivo:

Este artículo ofrece una guía completa sobre la fiscalidad en fondos de inversión en España. Se explican los impuestos aplicables, cómo minimizar la carga fiscal, la elección del tipo de fondo adecuado y cómo declarar los ingresos. También se abordan los aspectos legales y fiscales al invertir en fondos extranjeros. Finalmente, se ofrecen consejos para optimizar la fiscalidad.

¿Cómo tributan los fondos de inversión en la Renta? 

Si estás considerando la posibilidad de invertir en fondos de inversión o si ya tienes un fondo y no estás seguro de cómo se tributa, estás en el lugar adecuado. En este artículo podrás comprender la tributación de los fondos de inversión, conocer sus ventajas, así como también aprender cómo puedes retrasar el pago de impuestos por tus plusvalías mediante los traspasos. ¡Comencemos!

¿Cuál es la tributación de los fondos de inversión?

Como inversor en un fondo de inversión, no tendrás la obligación de pagar impuestos por el dinero que hayas invertido hasta que decidas reembolsar tu capital, es decir, hasta que vendas y recuperes tu inversión. Esta situación presenta una ventaja importante en la tributación de los fondos de inversión, ya que te permite trasladar tu dinero de un producto a otro sin incurrir en pagos de impuestos en cada transacción. 

Así, puedes tener participaciones en distintos fondos de inversión, generar ganancias y trasladar tus posiciones a otro fondo sin que Hacienda te exija el pago de impuestos hasta que decidas retirar la totalidad de tu inversión. Es fundamental tener en cuenta que una vez que retires tu capital, el pago de impuestos de un fondo de inversión deberá realizarse a través de la declaración de la renta.

Otra ventaja fiscal de los fondos de inversión es que, en caso de que decidas traspasar tus participaciones de un fondo a otro, no estarás sujeto a la tributación de las plusvalías generadas por el primer fondo. En su lugar, las plusvalías se retrasan hasta que decidas vender todas tus participaciones y retirar tu inversión.

¿Qué impuestos hay que pagar por los beneficios de un fondo de inversión?

En los fondos de inversión, solo pagarás impuestos sobre las ganancias que hayas obtenido, no sobre la cantidad invertida. Por ejemplo, si has obtenido una ganancia de 2,000 euros, solo debes declarar impuestos sobre esa cantidad, no sobre los 12,000 euros que hayas invertido. Tanto las ganancias como las pérdidas patrimoniales obtenidas se consideran en la base imponible del ahorro en la declaración del IRPF. Por lo tanto, las ganancias patrimoniales logradas por los fondos de inversión no se suman a la base imponible general de la declaración de la renta, que incluye los rendimientos del trabajo (salario, pensión, paro) y los rendimientos de actividades económicas como los obtenidos por los autónomos.

Esta es otra ventaja de los fondos de inversión, ya que no aumentan el tipo marginal, a diferencia de los planes de pensiones. Es decir, no se añaden a los ingresos ordinarios del declarante, por lo que el tipo impositivo se mantiene sin cambios. En resumen, la tributación de los fondos de inversión es más favorable que la de otros productos financieros, lo que los convierte en una excelente opción para aquellos que buscan invertir su dinero de manera eficiente y rentable.

¿Cuántos impuestos se pagan por las plusvalías cuando se venden?

Los impuestos que se deben pagar por las ganancias obtenidas a través de los fondos de inversión se dividen en diferentes tramos, tal como ocurre con los rendimientos del trabajo.

En España, los tramos de tributación de los fondos de inversión son los siguientes:

  • Hasta 12.450 euros: retención del 19%.
  • De 12.450 a 20.199 euros: retención del 24%.
  • De 20.200 a 35.199 euros: retención del 30%.
  • De 35.200 a 59.999 euros: retención del 37%.
  • De 60.000 a 299.999 euros: retención del 45%.
  • Más de 300.000 euros: retención del 47%.

Es importante destacar que estos porcentajes solo son aplicables a los inversores residentes en España. Cuando se realiza un reembolso, la gestora del fondo de inversión retendrá el porcentaje correspondiente al beneficio obtenido por encargo de Hacienda. Por ejemplo, si se invirtieron 50.000 euros y se ganaron 10.000 euros, la gestora retendrá el 19% de esos 10.000 euros, es decir, 1.900 euros, para el fisco.

En la declaración de la renta del próximo ejercicio, se sumarán los resultados del conjunto de las inversiones y se ajustará el pago de impuestos correspondiente. Si se han tenido pérdidas en otras inversiones y se aplican, Hacienda devolverá parte de lo que se había retenido. Por el contrario, si las ganancias han sido mayores, se deberá pagar más impuestos.

¿Qué ocurre si no se obtienen beneficios?

Es posible que no siempre obtengas ganancias al invertir en fondos de inversión, por lo que puede que te hayas encontrado en la situación de retirar tus participaciones y haber perdido parte de tu inversión. En estos casos, la ley del IRPF permite compensar las pérdidas generadas por un fondo de inversión con las ganancias obtenidas en los cuatro años siguientes en fondos u otros activos, como acciones. 

También puedes compensar las pérdidas con el saldo positivo de otras fuentes, como intereses bancarios o cobro de dividendos, aunque hay un límite del 25% en este último caso. Si te encuentras en pérdidas en un fondo de inversión y quieres vender la posición, es recomendable realizar un reembolso en lugar de un traspaso para poder compensar otras plusvalías. Sin embargo, si estás en una posición positiva, pero quieres cambiar a otro fondo, es preferible realizar un traspaso para evitar una plusvalía y pagar impuestos.

¿Por qué es tan ventajoso el diferimiento fiscal de los fondos?

Al mover nuestro dinero de un fondo a otro sin pagar impuestos, las ganancias obtenidas gracias al fondo de inversión exitoso se reinvierten por completo en el nuevo fondo. Por ejemplo, si tenemos una inversión de 50.000 euros que genera 10.000 euros en plusvalías, nuestro total sería de 60.000 euros. Si transferimos ese dinero a otro fondo, evitando pagar impuestos por esas plusvalías, y obtenemos un rendimiento del 10% en el primer año, nuestra ganancia sería de 6.000 euros (un 10% de 60.000 euros). 

En cambio, si esto ocurriera con una acción o ETF, tendríamos que tributar por esas ganancias al tipo del 21%, lo que significa que tendríamos que abonar 2.100 euros a hacienda y nos quedaríamos con 57.900 euros para invertir, es decir, los 50.000 euros originales más las plusvalías después de pagar impuestos. En este caso, sin la ventaja del diferimiento fiscal de los fondos, tan sólo ganaríamos 5.790 euros en el primer año con la nueva inversión, en lugar de los 6.000 euros del traspaso de fondos. 

El interés compuesto también juega un papel importante, ya que los intereses generados se suman al total de la inversión para generar nuevos intereses. Al final, tendremos que pagar impuestos cuando vendamos, pero mientras tanto habremos obtenido un beneficio adicional sobre el que hemos obtenido rentabilidad. Esto es una especie de crédito fiscal que Hacienda ofrece para incentivar el ahorro a largo plazo.

Deducciones aplicables de los fondos de inversión

Otra ventaja de los fondos de inversión es la posibilidad de deducir ciertos gastos relacionados con la inversión en la declaración de la renta. La ley del IRPF permite deducirse los gastos de administración y depósito que haya cobrado la gestora del fondo. Estos gastos suelen incluirse en el informe anual que te proporciona la gestora, y se pueden descontar de las ganancias obtenidas por la inversión en el fondo. Es fundamental recordar que esta deducción se aplica únicamente a los fondos de inversión comercializados en España y que la cantidad máxima deducible es del 10% de los rendimientos del capital mobiliario con un límite de 1.000 euros anuales. Por lo tanto, antes de invertir en un fondo de inversión es importante informarse sobre los gastos que cobra la gestora y la posibilidad de deducirlos en la declaración de la renta.

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